No sentó nada bien en ciertos círculos culturales que en 1997 se eligiera El Señor de los Anillos, de Tolkien, como el mejor libro del siglo XX. La encuesta se realizó entre 25.000 lectores en Gran Bretaña. Si bien el libro había sido apoyado por un numeroso grupo de lectores, encontró también una enconada oposición entre personas del mundo de la cultura para quienes la novela no pasaba de ser “un libro para niños o para adultos retrasados”.
Lo cuenta el biógrafo Josep Pierce en Tolkien: hombre y mito (Minotauro, Barcelona, 2000), al inicio del capítulo “Un hombre incomprendido: Tolkien y el mundo moderno”.